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Seminarios 2019
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SEMINARIO MARZO 2019
APRENDI
“Habla la narradora como si fuera una participante”.
El facilitador Basilio con su voz suave y dulce nos va
invitando a participar en nuestras vidas; Su intención
es abrir puertas, ventanas, balcones.
Comienza el juego, nos va dando ingredientes que unos cuestionan, otros/as las van aceptando.
Estoy dispuesto/a
No estoy dispuesto/a
No estoy seguro/a
El facilitador hace juegos de palabras y siempre nos
lleva al “Yo”, porque de eso se trata, de escuchar, escucharnos.
Lentamente toca con su varita mágica deshaciendo nudos, nos lleva a ese lugar de la verdad donde radica nuestra esencia “EL SER” y poco a poco con:
“Compruébamelo/Preséntamelo /Estoy participando”, vamos
entrando en confianza, no con el otro/a, sino con
nosotros mismos, y muy sutilmente nos conduce a nuestros
limitantes.
Herramientas a mogollón que la mente no sabía donde
almacenar tanta información, creo que habrá que repetir
y la próxima vez me aseguraré que mi disco duro tenga
suficiente espacio.
Registré emociones que me hacían bailar un cha,cha,cha,
y ahora el cha, cha,cha, tiene otro ritmo el de despacito…
pasito a pasito voy creciendo y aprendiendo.
Conocí a mis tres seres que hoy me los han presentado y
¡ Yo sin saberlo todos estos años!
Me di cuenta que “yo elijo participar” ¿ Y dónde elijo estar?
en mi corazón. ¿Entiendes el punto? Si o no (decía una y otra
vez el facilitador).
Si no creía en los milagros aquí estoy yo, soy uno/a, porque
todavía tengo sueños que cumplir y regalos que han de venir.
Y si me dicen que Don Basilio vendrá pronto, yo empiezo a
ser feliz desde hoy, y tomar el riesgo a seguir participando
en mi crecimiento.
La narradora Habla:
No quiero olvidarme de mis compañeros de viaje:
Charo: anfitriona, dispuesta a no meter la pata, café calentito
por favor, agüita fría por favor, marchando Don Basilio, siempre con mucha educación, porque Doña Charo es mucha Charo.
Pilar: Con su amigo el cronómetro, que hasta en los sueños se
lo encontraba.
Magdalena: Que en casi todos los procesos estaba y se emocionaba. Lista para servir. Y se cuestionaba que hacían Silvia y Dorotea que no paraban de andar.
Dorotea: Contadora de participantes (contaba y contaba y las cuentas no le daban), derramaba emoción, color y calor.
Silvia: De aquí para allá, contando y contando que no se le escapara ni un participante, decía: son tantos, y Concha, que no puede ser, vuelve a contar, y con paciencia obedecía. Un sol, masaje daba a mogollón.
Begoña: Desde las alturas gritaba, faltan 5 minutos, 1 minuto, a su lado se respiraba serenidad. Es como un osito de peluche.
Tito: Era un todo terreno, es decir venía de otro planeta era “Superman”.
Lucía: Co-capitana, aprendiz de sonido, encargada de un sinfín de tareas ya no sabía por donde andaba, si en sonido o a saber donde, pero con todo y eso, se mostró dulce como el chocolate.
Inma: El ángel custodio, alerta y atenta que no se le escapara nadie por la puerta.
Javier: En sonido, otro ángel calladito, pinchando esas canciones que nos derretían, y otras que nos invitaban a bailar. Ha sido un placer volver a verte.
Y Esperanza, (o sea yo): que sigo utilizando todo para seguir aprendiendo, creciendo y avanzando.
Concha: La joya de la corona de aquí para allá sin parar el alma de “Regalo de corazón”.
Gracias Regalo de corazón por vuestra labor y Don Basilio
ha sido un honor tenerte como facilitador, aquí te queremos
ver otra vez.
Esperanza Aguilar
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