XVIII SEMINARIO REGALO DE CORAZÓN (MARZO 2017)
No ha sido éste mi primer ni segundo Seminario como asistente, yo creo que habrán sido más doce veces, se dice pronto.
Cuando el domingo, finalizado ya el Seminario, llegué a casa, me vino a la memoria este hecho y quise recordar las emociones y sensaciones que tuve aquella primera vez hace ya tantos años y me sorprendí al reconocer que ahora, al igual que al principio, lo que sentía seguía siendo lo mismo: alegría por sentirme acompañado y parte de lo mismo que otros; paz por saber y poder mirar a los ojos de los demás; generosidad por ser capaz de dar lo que un día recibí; fuerza, poder y vigor por mostrar mi lado más humano ayudando en lo que hiciera falta sin importarme los juicios; y una profunda dicha al ver que con “mi insignificante” granito de arena les pude ayudar a sonreír de nuevo.
Y de nuevo me acordé de nuestro lema, de esa frase que explica quiénes somos y qué hacemos en la Asociación Regalo de Corazón: No podemos cambiar tu vida pero sí ayudarte a vivirla mejor.
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