¿Qué es la soledad? (ya preguntaba El Principito). La soledad es una circunstancia y sentirse solo es diferente. Muchas veces nos “sentimos” solos/as y sin darnos cuenta lo confundimos con soledad, cuando realmente no pasa por estar en compañía, ni vivir en pareja, ni con el número de amigos, o seguidores que tengamos en las redes sociales, sino por cómo nos sentimos con relación a ello. Veremos en qué se diferencia y el círculo vicioso que tenemos en uno de los casos.

Somos seres sociales desde que nacemos, de no ser así no podríamos sobrevivir y ese miedo, como mecanismo de supervivencia, nos ha quedado grabado y se mantiene en el inconsciente cuando somos adultos. Además, olvidamos cultivar nuestras relaciones y pensamos que los amigos siguen contando con nosotros y que el solo hecho de enviarles un mensaje de vez en cuando ya es suficiente. Necesitamos conexión con los demás porque es una de las necesidades emocionales que tenemos.

Además, tenemos muchas creencias irracionales al respecto, muy condicionadas por la educación recibida, que sin duda ha reforzado estas creencias. Nos sentimos presionados: se ha dado por hecho que, al llegar a cierta edad, debemos estar casados y con hijos y si esto no es así es que somos “raros”, o introvertidos y algo está mal con nosotros, o que hemos fracasado. Tratamos de llenar los espacios con alguna pantalla, noticas, medicamentos o estando ocupados constantemente con cualquier cosa, todo antes que estar solos.

Veremos las causas por las que nos sentimos solos, es nuestra dependencia emocional, que está contribuyendo a que nos sintamos así y que tengamos muy presente el miedo a ser abandonado.

También debemos tener en cuenta que la sociedad actual se comunica más por medio de la tecnología, que exige más tiempo para el trabajo y menos para cultivar las relaciones personales y ello no significa que los que nos rodean no nos quieran. El “sentirnos” solos nos pueden llevar a sufrir depresión, ansiedad y riesgo de obesidad.

Veremos tipos de vínculos o apegos, situaciones en las que nos sentimos solos, cómo vacunarnos contra la soledad, y claves para dejar de sentirnos solos, así como la soledad en la pandemia.

La soledad impuesta no es muy agradable, aunque si un buen camino donde podemos crecer, convertirnos en mejores personas o compañeros, ganar equilibrio, tranquilidad y convertirnos en nuestro mejor amigo, que es la relación más importante que tenemos, porque ser enemigo de uno mismo nos lleva a muchas limitaciones, como, por ejemplo, que las relaciones estén marcadas por el conflicto. No estamos tan solos como creemos, además, no estamos solos nunca, nos tenemos a nosotros mismos. También veremos ventajas de la soledad consciente. Y como dijo Mark Twain “la peor soledad es no estar cómodo con uno mismo”