El taller de preadolescentes para mí fue una experiencia inolvidable, porque pude ver desde fuera como es el comportamiento de los niños, cada uno con sus actitudes, dificultades y virtudes.
Es una experiencia por la que yo creo que todos deberíamos pasar alguna vez en nuestra vida para aprender, enseñar, soñar, divertirnos y aprender a controlarnos para estar bien con nosotros mismos y con los demás.
Por ello se lo recomiendo a todas las personas que de verdad quieran participar en cosas relacionadas con las emociones y con la relación con el público.
Para mí algo inolvidable, besos
María Zinha