Míralas. Una víctima de malos tratos, un ex alcohólico, una cuidadora de su madre enferma de cáncer, una joven abandonada por sus padres, un portador del VIH, un cuidador de su mujer, enferma de ELA, una asistente social en la cárcel de mujeres…. Son algunos de los perfiles de las personas que han participado en el Seminario Regalo de Corazón de marzo de 2015. ¿Qué tienen en común estas personas? Al participar, ¿buscan algo? ¿Saben incluso lo que buscan?
Míralas: llegan al salón del Seminario inquietas, expectantes, mirando a su alrededor. Aquella, intentando parecer tranquila; él, se sienta en la última fila, como si quisiera pasar desapercibido. Las dos amigas que vienen juntas, y que se sientan una al lado de la otra. Y todos, en un silencio casi absoluto, mientras la música de fondo acompaña su entrada.
Míralas: el proceso que empieza el miércoles y termina el domingo les va llevando por paisajes que acaban por reconocer como propios. Dirigidas por el facilitador y cada una a solas consigo misma, van redescubriendo su yo más íntimo, más oculto, más olvidado. Van alumbrando los porqués de su vida y, al hacerlo, aprenden a perdonar y perdonarse.
Míralas ahora: hay ilusión en sus caras. Y fuerza. Y determinación. ¡Pueden con todo! Y están deseando poner en práctica ahí fuera todo lo que han aprendido aquí dentro: en este salón que, por 5 días, ha sido refugio.
¡Gracias a tod@s por haberlo hecho posible!